domingo, 3 de abril de 2011

Usos lingüísticos bobos

Últimamente pueden oírse en los medios de comunicación españoles una serie de giros modernos que se diría que poco a poco se van imponiendo. No soy un purista; el lenguaje es algo flexible, continuamente en movimiento. Su norma se reajusta y reactualiza sin cesar. Lo que pasa es que hace gracia cómo se copian los regímenes preposicionales lo mismo que si fueran cosa de última moda. Dicho de otra manera, el que es imbécil, también lo demuestra en su lenguaje.

No me refiero solamente a la muletilla de a día de hoy; hace un año no se decía a día de hoy, ahora a nadie se le cae de la boca. A ver quién es el periodista o político con valor para decir hoy por hoy, o actualmente. A lo que me refiero sobre todo es a la eliminación del artículo de los complementos preposicionales adverbiales. En español, como en otras lenguas románicas, el artículo actualiza y presenta en su individualidad al sustantivo común. Viajar en el avión, significa viajar dentro de un aparato concreto, ese avión. Viajar en avión significa una modalidad de viajar de entre las posibles que existen: viajar en barco, viajar en coche, viajar en burro, etc. Lo mismo podría decirse de los giros el libro está en prensa/está en la prensa; el profesor está en clase/está en la clase, ir en ascensor/en el ascensor, etc. Lo primero categoriza, lo segundo describe. Lo primero se aplica, según una convención, a una determinada posibilidad dentro de un proceso o de un espectro de variantes inventariadas y codificadas. Lo segundo sólo remite, sin más, a una situación actual. Pero cada vez se oye más salir a pista, jugar en liga, bajar a planta, ir a examen. Para los que hablan así, sabiéndolo o no, es como si todo acto fuera sólo una elección posible entre opciones dadas. El enfermo puede estar en quirófano, en planta o en calle, o quizá también en cementerio. Me bajaron a planta, pero no me dejaban salir a calle. Y ¿por qué no: compré un café en máquina y luego me senté en sillón para ver tele? También el café puede comprarse en máquina, en tienda o en bar, luego por tanto, son categorías. Siguiendo este silogismo para tontos también podemos decir: sácate las manos de bolsillos, tengo que ir en autobús porque tengo el coche en taller; le están poniendo una pieza en motor, mete la mano en bolso y dame llaves para que abra puerta, el avión está en pista y poco antes estaba en aire habiendo bajado de cielo, bicho sale de agujero y trepa por árbol, mono vive en rama, araña aguarda en tela, gallino pica en pienso, le están haciendo una operación en callo, o le ha salido un grano en culo.

Manía de categorizar. Ya vale con viajar en avión y viajar en cabra. El loro no está en pino, sino en el pino. No es una posibilidad de las ofrecidas a loro. El loro es un ser cuya libertad es inimaginable para las pequeñas mentes locutoras y burocráticas. No tiene tres o cuatro posibilidades, sino infinitas. Malditos enanos mentales pretenden que vida sea formulario con tres casillas y tienes que elegir una. Poner cruz porque eso has venido a existencia. Ejercer voto y quedar satisfecho, y lo que diga jefe chitón, que trabajo es ya suerte no me vaya a quedar en calle luego cómo pago hipoteca acabaré en cárcel. A ver si vamos domingo a centro comercial nene no te apoyes en barandilla mientras papá y mamá están de las compras.

Mejor que eso, aqui se recomienda, humildemente, esto: echa tierra en ojo, mira cielo y estrella, méntale madre a magnate, no entres en tienda, cierra cuenta banco, estupra hermana, contempla mundo, atiende música, vete a muerte, y no hagas el caso.





Jan Carvasio

1 comentario:

  1. :) (Si me permites el icono, jejeje)
    Que pena que estas cosas pasen teniendo un idioma tan rico como el nuestro.
    Lo peor es que se provoca desde donde más se debería cuidar y fomentar su correcto uso. Demasiado cursi, demasiado letrado iletrado y demasiado tonto.
    Pero hay algo peor: los barbarismos forzados y los "spanglicismos".

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