miércoles, 28 de diciembre de 2011

De la verdadera virtud

Me he encontrado, a lo largo de la vida con muchas personas con altas capacidades. Expertos en arquitectura, en ingeniería, en filosofía. Triunfadores en su trabajo o disciplina, que seguramente obtendrían un resultado muy alto en un test de inteligencia. Pero, en ocasiones, hablando con estas personas u observando su comportamiento, me doy cuenta de que carecen de un verdadero valor, de una verdadera y diferenciadora virtud. Les falta un entendimiento de la esencia del mundo y del hombre. Y por eso, muchos caen de repente en crisis y no saben de donde ha venido el golpe.

Los test no revelan nada. Solo destacan habilidades puntuales. Busca, hombre, tu verdadera virtud, esa que te hace luminoso, esa que te hace ver los mecanismos del mundo y la esencia del hombre. Esa virtud, esa inteligencia es la que te hace realmente fuerte ante la vida. No pierdas tiempo en dineros, éxitos. Tampoco en religiones. No escuches los cacareos que te rodean.


Busca la verdad. Esa que existe y que es una.




Ramiro Carvasio

martes, 27 de diciembre de 2011

Algunas ideas para salir de la crisis

No podemos gastar lo que no tenemos. Que gran verdad. Por ejemplo gastar lo que no tenemos en rescatar y avalar bancos quebrados de pura avaricia y fraude.

Pero el caso es que ahora hay que hacer reformas. Ellos quiebran el sistema, ellos reforman. Pues aquí les dejo sugerencias para ahorrar dinero público y dárselo a los bancos. Por si necesitan mas.

1. Privatizar el Museo del Prado. Así las visitas serán más eficientes y competitivas. Quizá acaben los tesoros de Goya y Velázquez en manos de algún macarra árabe, oligarca ruso, estafador inglés o genocida norteamericano.

2. Privatizar la Biblioteca Nacional. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, con las primeras ediciones del Quijote y de Góngora al alcance de cualquiera y en esta vida, todo tiene un precio. Tras esta medida, solo los millonarios de Texas podrán manosear nuestros tesoros culturales.

3. Cobrar el oxígeno. Tendremos el Estado de Bienestar que podamos pagar y está claro que el aire es un bien demasiado precioso. Mejor ponerlo en manos de un consorcio financiero para asegurar su correcta gestión y que no se respire tan desordenadamente como ahora.

4. Privatizar el ejército, la Justicia y la Policía. Esta medida hará la justicia más justa. Si no pagas eres culpable.

Estas son, a bote pronto, reformas que se me ocurren para ayudar a esta gente de tan buena voluntad que gobierna ahora. A cambio, el Estado recibirá dinero suficiente como para poner un puesto de pipas en cada capital de provincia al servicio de los ciudadanos. Y éstos solo deberán renunciar a su cultura, su país y su dignidad.



Ramiro Carvasio

domingo, 11 de diciembre de 2011

Felices Reyes

Queridos amigos y demás jachucheantes,

Os quiero desear unos felices Reyes Magos, que este año os van a traer, previa victoria electoral, selenita, una comanda de medidas anticrisis la mar de refrescantes y Versallescas. Disfruta la Navidad que verás en Enero que bien lo vamos a pasar con ese partido de gente tan buena y de corazón tan blanco. No hay más que verlos

¿Si no lo arreglan ellos, quién lo va a arreglar, verdad? Claro


Felices Reyes so matao





Ramiro Carvasio

jueves, 8 de diciembre de 2011

De la crisis de la deuda y la austeridad

Bueno, no sé si contar esto por lo evidente que es, pero como parece que la revolución se retrasa, quizá sea necesario aclarar algún punto.

Creo que a nadie que sea persona de bien se le escapa que la deuda de los países del euro no se debe al gasto de sus hospitales, medicinas, sueldos de doctores y enfermeras, que por cierto, nos salvan la vida. El país no está arruinado por financiar la Universidad pública, los colegios públicos, porque los funcionarios ganen un 5% más de lo debido. Tampoco porque los trabajadores tengan 40 días de despido estipulado en sus contratos, ni porque estén indefinidos o a jornada completa. Ni por jubilarse a los 65.

España, como otros vecinos, está en riesgo de quiebra porque el estado ha avalado a la gran banca que tiene gran parte de sus activos invertidos en humo, es decir, en pisos fantasma y en hipotecas que nunca serán pagadas. Ese millonario agujero privado está siendo sostenido por el dinero público y es por eso, que los inversores dudan, y con razón, de la viavilidad del proyecto España.

Hablan, esos ninots de cartón del barato, del anterior derroche, de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y de la necesidad de aplicar un plan de austeridad. Y tienen razón. Pero el derroche fue financiar con el dinero del país, los agujeros negros de los inversores y accionistas privados, dueños de la banca, que a su vez es dueña de las multinacionales. Claro que nos hace falta aplicar la auteridad y que el dinero deje de tirarse al pozo sin fondo de la deuda privada. Pri-va-da.

Si con excusa de la deuda, los recortes se aplican en los servicios públicos que nada tienen que ver con ésta, es por decisión política e ideológica. Para asaltar los negocios rentables y sostenibles que aun conservamos como "de todos", como restos de la cultura del hombre de bien, empeñado en vivir en sociedad y no en el robo y el provecho. Recortan para crear una sociedad de privilegiados y de desamparados a los que poder esquilmar. Otra vez el Antiguo Régimen, el Eterno Régimen.

No se dejen engañar. El hospital, el contrato, la receta del médico, la biblioteca, el ambulatorio, nada tiene que ver con el repentino aumento de la deuda pública. Es el aval estatal a la deuda privada ingente, desquiciada y criminal, la que pone en riesgo la viablilidad de todo nuestro país.








Ramiro Carvasio

lunes, 21 de noviembre de 2011

Votar borracho

Ayer se me fue la mano. Estaba celebrando con unos amigos y tomé unas copas de más. La tarde está muy borrosa pero si recuerdo que decidí ir a votar. Como en las votaciones no hay controles de alcoholemia, por lo visto, entré al colegio dando tumbos, con la corbata en la cabeza y empecé a pensar que hacía falta un cambio, uno cualquiera. Que ya que no gana uno que gane el otro. Que mejor apoyar a los poderosos para ver si me tiran unas migajas, yo que sé, estaba borracho.

Voté al PP.





Ramiro Carvasio

lunes, 3 de octubre de 2011

Medias tintas

Es una manía cobardesca de las personas hacer las cosas a medias. Para ir tanteando o con original mala intención. Por eso no se llega nunca a buen puerto.

Llegué a esta conclusión pensando sobre la sociedad europea de la segunda mitad del XX. Tras el horror de la guerra y bajo la amenaza a los poderes establecidos de la URSS, se otorga a la población una serie de beneficios sociales, pero conservando su esencia capitalista, su clasismo, consumismo estúpido, veneración de la riqueza y de los bienes de prestigio. ¿Qué se consigue entonces?, una casta de burgueses gordos, egoistas y bienacostumbrados. Que ni por asomo piensan en el prójimo, aunque sea su hijo, y que a la menor oportunidad, pide aun más. Goza del Estado del bienestar y de todos los lujos que puede pagar; dos coches, chalet, viajes, relojes y demás baratijas. Pero pasan los años y quiere más, porque es en esencia egoista. Ahora quiere dos Mercedes, viajes en crucero, cuatro pisos, dos negocios, ropa de marca, club de golf. Y se convierte en una pasa vestida de mamarracho. Aprende a especular, no piensa en el medio ambiente, en la próxima generación, ni en el resto del mundo, abusado, para que él pudiera hacer ese derroche.

El error es de origen. Esa sociedad europea burguesa es en esencia una sociedad del provecho, del abuso y del poder. Maquillada de social, pero en sus adentros no es más que El Antiguo Régimen, compuesto por los mismos estamentos y alimentado por los mismos desdichados. Son medias tintas. Cuando quieres un coche nuevo a los 4 años, un movil nuevo a los 6 meses, un piso más grande, viajar al fin del mundo, chacha, estás siendo cómplice de esta sociedad de medias tintas que, finalmente desenmascara su verdadero ser y se convierte en neoliberalismo opresor y agresor. Porque siempre lo fue.

Por eso el odio visceral de nuestras sociedades a lo auténtico, a la verdadera austeridad. Porque es la real amenaza al Antiguo Régimen que aun sigue en pie y que ahora se llama democracia. Por eso el frontal ataque desde todos los frentes. Les da pavor.

Y por eso también, mi incondicional apoyo a esos reductos valientes que se atreven a cuestionar las medias tintas, los apaños, los provechos, los abusos, los causantes de todos los males desde el principio de la Historia.


Ánimo.




Ramiro Carvasio

sábado, 10 de septiembre de 2011

Programa de austeridad

Se habla últimamente de que hay que aplicar un programa de austeridad. Estoy de acuerdo, es lo que más falta hace.

Mis hijos estudian en Estados Unidos –plan de austeridad, que estudien en la Complutense.
El banco ha ganado mil millones –plan de austeridad, que entregue 999 millones.
Los inversores tienen cuentas en paraísos fiscales y amasan fortunas –plan de austeridad, se expropian.
Construimos vías de comunicación de alta velocidad –plan de austeridad, vamos otra vez a cincuenta por hora.
Experimentos carísimos podrán descubrir los secretos del universo –plan de austeridad, nos conformamos con el teorema de pitágoras.
Vas a cualquier recoveco medieval en Europa –en USA no hay- y está a tope de turistas –plan de austeridad, ya no se viaja.
Vienen las vacaciones –plan de austeridad, te quedas en casa y lees Guerra y paz; presupuesto de vacaciones, quince euros, lo que cuesta el libro –si lo encuentras de lance, cinco.
Me caso –plan de austeridad, banquete lo preparas en tu casa.
Me he comprado el útimo –y subnormal- móvil –plan de austeridad, escribe cartas.
Hemos hecho reforma en la casa –plan de austeridad, dale tú mismo con yeso.
Vamos a tener que cambiar ya el coche –plan de austeridad, ve en autobús.
Casa en el pueblo, otra en la playa y aquí chalet –plan de austeridad, todo fuera y te quedas con cincuenta metros por cada dos.
Me voy a México, luego paso por Los Ángeles, y a la vuelta me paro en La Habana –plan de austeridad, te quedas en tu pueblo.
Tengo dos ordenadores, más de mil libros, viajo a congresos, un piso en el centro (éste soy yo) –plan de austeridad, deja de hacer el idiota.

Acabo de leer en un artículo de Ángeles Caso, en el único periódico español que me gusta, el sintagma “merecido bienestar” para referirse al que se supone que estamos perdiendo. Con todo respeto, expreso aquí mi desacuerdo con ese sintagma: no es “merecido”. Es exagerado. El supuestamente merecido bienestar nuestro es la ruina y miseria de los otros. El significado de la palabra “dinero” es eminentemente simbólico. ¿Qué vale una hogaza? ¿Un euro? ¿Mil? ¿Qué vale un viaje en metro? ¿Un euro? ¿Dos? ¿Diez? Lo que significa que algo valga x es que teniendo en cuenta la cantidad que hay de esas cosas, sólo cierta gente está en condición de permitírselo. El dinero dice cómo se reparte lo disponible, si puede ser para mí es que no es para ti. Si tenemos mucha riqueza y suben los precios volvemos a ser pobres. No hay energía y productos para todos –en la Tierra- así que unos acceden y otros no. Eso significa el dinero. Si el tercer mundo, o sea el miserable, pudiera acceder al petroleo, valdría mucho más, porque sería escaso. Entonces seríamos mucho más pobres en el primero, y no podríamos permitirnos lo que nos permitimos. Nuestro bienestar no es merecido, es conquistado. ¿Quién merece? La esencia del dinero y de la economía es que para que haya uno rico tiene que haber otro pobre. Es inherente a su misma esencia. En el fondo, lo que dignifica el dinero es que tiene que haber uno que sirva a otro. De esto se trata y nada más, éste es el objetivo. La clave es conseguir que haya otro que trabaje para ti, y por tanto el fundamento inalienable del dinero es la esclavitud. Y esto a ver quién lo niega. Tenemos tantas cosas que provienen de las maquiladoras tercermundistas, tantas materias primas sacadas de minas donde trabajan niños, tanto petróleo que viene de países sumidos en la penuria. Siento asco cuando oigo en vuestras bocas esas palabritas “estado del bienestar”. Cuando vivamos en una choza y tengamos una cabra sí que habremos llegado al estado de bienestar, no el de ahora.




Jan Carvasio

jueves, 8 de septiembre de 2011

La puerilización de la sociedad

Socorro.


Veo mucho tipo de 35 años, que me manda sonrisitas por mail, de estas que se hacen con los dos puntos y un paréntesis. Y, yo que debo ser un tio amargao y viejaco, diría que estas cosas tan monas son de niñas de 8 años, que se mandan mensajitos en el recreo. O me topo (ih) con una mujer de 30 años que aun no se aclara si quiere estar con uno u otro tipejo nocturno. Y que convierte esta diatriba en su centro vital. Otra cosa que más bien corresponde a tener 14 años.

Se alarga la vida, se amasa fortuna cuantos más años tienes y se alarga también la niñez. Que conviene mucho a este sistema de atraco a mano armada. Si eres un niño, te controlan más fácilmente.

Y estas cosas tan presuntuosas que son las llamadas redes sociales, fomentan mucho este estado de nene perpetuo. Nene que se refugia en este infantilado para autocomplacerse en este sistema de falta de oportunidades pero de mantengo social y familiar. Nene inofensivo al que se le pasa la vida, esa que no vuelve, en ñoñadas.

Mientras tanto, los que deciden, encantados de que exista esta bolsa de níños pera. Que no deciden, no avanzan, no hacen, da todo igual, viven en el ocio.

Yo, por mi parte, no le mando una sonrisa de esas ni a Cristo. No ligoteo, no felicito, no me gusta, no añado amigos, no creo grupos, todo por esa santa y placentera manía de llevar siempre la contraria a la masa cómplice.


Y añadan: "Uy que tio más raro"





Ramiro Carvasio

lunes, 29 de agosto de 2011

Poco a poco

Una estrategia muy común empleada por el poder, es hacer las cosas poco a poco. Es una actitud muy astuta porque elude la respuesta contraria u hostil. Y les funciona muy bien. Digo les, a ellos, los cabrones "ellos" por si hay dudas de quién son.

Primero llega un presidente y quita un poquito y otro poco de otra cosa y luego, cuatro años después llega otro presidente del otro partido, que en realidad es el mismo perro con distinto collar, y quita otro poco más de lo primero y otro poco más de lo segundo. Te quitan tan poco que dices, bueno, por esto no me voy a morir. Y lo dices cien veces hasta que no tienes nada.

Un ejemplo, la seguridad. Había, hace cincuenta años, países donde la gente dormía con las puertas abiertas y ahora hay barrios donde no entra ni la policía porque los maleantes tienen hasta fusiles de asalto. Todo eso fue poco a poco. No se crean que de un día para otro había tiroteos. Y en España llevamos ese camino. Por la desigualdad de la renta.

Otro ejemplo, los precios de las maravillosamente gestionadas y privatizadas empresas de energía. Un año un 2%, que poco. Otro año otro 3%. Y a los diez años pagas el doble. Y ellos, esos que son miserables, tendrán el doble de dinero.

Otro ejemplo, los derechos sociales. Viene uno, medio gilipollas, y te quita 10 días de despido por año, y a los cinco años, otros 5, y dos años después una clausula, y a los 20 años, a la gente la echan como a los perros.

Las malas situaciones sociales se han construido así, como una medicina amarga tragada poco a poco. Y no crean que es casualidad. Hay unos tipos que se sientan y lo planifican así. Les metemos este poco ahora y este poco en tres años, que estos tontos, así se lo tragan todo. Y funciona. Cuando vean las noticias hagan un poco memoria y dense cuenta.

La vacuna es sencilla. Ni un paso atrás. No hay más que ver como actúan ellos. Les pides lo mínimo y te mandan a la policía a que te aporreé. Pues nosotros igual. Mira este poco solo...NO.




Ramiro Carvasio

lunes, 22 de agosto de 2011

JMJ

Hola,

Cuanto os he visto sufrir, hermanos, por el júbilo de las jornadas de la juventud, por el testimonio de Fe, por las críticas del Papa al Gayolism. Hijos pbíos...el gayolism...

Y no sufráis hombre. Os quejáis del Boato. Pero como no. Alguién aun no se ha enterado de que se celebró el Concilio de Nicea, hace 1.700 años. A partir de ese momento, el cristianismo pasó a ser la religión del poder. Esa es su naturaleza. Pedirle a la iglesia católica que no sea rica y poderosa es como pedirle al león que no muerda. Su esencia es el poder y la hipocresía. No esperen nada más. Así lo dice su historia, sus reformas. Es la religión del apaño.

Su hipocresía les posiciona ante los incautos de la sociedad como piadosos, cuando en realidad ejercen y se hermanan al poder. Y todo para vivir de los demás. ¿Que venden ustedes aquí?, Humo para ingenuos. Y sacamos millones y mira, ni una vez doblo el espinazo. Solo ejerzo el apaño para ir 2 fines de semana a dar de comer a los descalzos.

Esta es tu iglesia, católicos. Disfrutad de ella. Todos en su interior la aman tal como es; hipócrita y poderosa. No pretendamos cambiarla. Si en vez de como un emperador hubiese venido en harapos, sus seguidores le hubieran dado la espalda, le hubieran golpeado y crucificado. Esa es la iglesia.

No esperen más. Así son los católicos. Lobos revestidos de piedad, de fraternal convivencia, pero encantados del poder y la grandiosidad. Por una mera necesidad práctica de prevalecer sobre la sociedad. Así es como ha triunfado, porque no es verdadera.

Y bajando al terreno, y cayendo yo en el mismo error, criticaré su esencia hipócrita para señalar la poca verguenza de este pope, que ni una palabra ha dicho de los desahuciados, familias, de las guerras de occidente, del expolio de los pobres, de las piadosas que arrancaron a los niños de los brazos de sus madres pobres e indefensas por cuatro duros, de los niños abusados. De las verdaderas causas del sufrimiento de los hombres. Viene, esa vieja, y habla de hacerse pajas. Vaya usted a la mierda.

No hay mejor critica que dejarles estar y que desplieguen toda su esencia centenaria.

Por mi parte, no creo nada. Ni Jesús, ni santos, ni milagros, ni cielo, ni pecados. Y de la institución que surgió después, tener presente lo que es y para qué sirve, para qué la abrazan sus seguidores y que para mi es como ser selenita.




Ramiro Carvasio

jueves, 4 de agosto de 2011

Piso con bicho

Ayer estaba videando en tv un pseudoprograma de estos de reportajes de realidad rastrera y me sorprendió repugnantemente una expresión que empleó la pobre y expresiva periodistucha preguntando a un subastero sin escrúpulos y sietemesino si el piso que iba a comprar era un "piso con bicho dentro". Y soltó una riseta de pacotilla.

Finalmente el piso deshauciado y subastado tenía, me da asco hasta escribirlo, "bicho dentro". Una pobre y desvalida señora mayor que hablaba en puro llanto ahogado y que llevaba viviendo en su humilde casa 35 años.

Para ser sincero la primera idea que se me pasó por la cabeza es que cayera en este pais una bomba H, y barriera hasta los cimientos con esta sociedad de inmundicia. Con los que venden, los que compran, los que apilan millones, los que deshaucian, los que alquilan. Todos me dais asco.

Este es el resultado de aquella economía del ladrillo, la vuelta a los tiempos de Dickens. Que gran progreso y que grandes emprendedores.

¿No hay nadie que ayude a esta pobre mujer? Yo desde luego, lo dejaba todo por combatir esta miseria y este sufrimiento de esta pobre mujer inocente que podría ser mi madre. Y por acabar con estos despojos de gen egoista, los cobardes y los provechosos, los culpables de todos los males.

Cuando alguien en sus narices emplee esta expresión, escúpanle a la cara el gargajo más grande que puedan y denle un gran puñetazo, de esos que rompen máquinas en las ferias.




Ramiro Carvasio

martes, 2 de agosto de 2011

Antisemita

El ejercito israelí debería dejar de bombardear a la población civil.
Antisemita!

Hay que levantar el bloqueo sobre Gaza para evitar el sufrimiento de su población.
Antisemita!

El ejercito israelí disparó sobre ambulancias de la Cruz Roja en la matanza de Yenín.
Antisemita!

Hoy las judías están más caras. A 2 euros el kilo.
Antisemita!

Mi vecino Moisés, es un ruidoso.
Antisemita!

Primera pregunta de examen de Historia de Roma. El reinado de Tito y Vespasiano.
Antisemita!

Quita ese candelabro de ahí.
Antisemita!

Que maravilla Karnak.
Antisemita!

Apaga esa zarza que está ardiendo!
Antisemita!

Estar sin prepucio debe ser muy molesto.
Antisemita!



Y tenemos que seguir aguantando que cuatro mataos nos sigan insultando llamándonos antisemitas cuando los únicos antisemitas son ellos porque los Palestinos son también semitas.



Ya basta, Antisemita!







Ramiro Carvasio

lunes, 1 de agosto de 2011

Los cuarenta ladrones

Hoy, el gobierno portugués ha privatizado el Banco Portugués de Negocios por 40 millones de euros. Un banco que fue nacionalizado en 2008 para evitar su quiebra, y en el que el Estado ha invertido, atención, 2.400 millones de euros para sanearlo.

La privatización era una condición para el segundo rescate del FMI y Bruselas. Es decir, es una operación fraudulentamente teledirigida.

Esta enorme factura avergonzante la pagan los portugueses asumiendo los recortes sociales. La pagan de sus bolsillos. Ni en Versalles se vio tal falta de dignidad en unos gobernantes. Tal ilegitimidad para seguir en sus cargos.

Los responsables de esta operación de cara de cemento son estafadores de su propio pueblo, por lo que la carcel es su lugar.

Despierta Portugal, que unos ladrones se han colado por las alcantarillas y vienen a robarte lo que es tuyo.




Ramiro Carvasio

jueves, 28 de julio de 2011

Saque al facha de su vida

Un consejo voy a dar.

Si eres persona de orden, de buenas intenciones, honesta, saca al facha de tu vida. Ya sea tu padre, tu vecino o el cartero, en cuanto le oigas respirar, dale la espalda porque al final, siempre te la juega. Es su naturaleza; aprovechada, hipócrita y egoista. No puedes esperar nada más de estos seres. Solo buscan su propio beneficio.

Y no se lleven a engaños. En este saco entran los fachas clásicos, pero también los progres burgueses, los modernillos postmodernos, los neoliberales. Seguro que me dejo alguno.


Pónganlo en práctica y a disfrutar.





Ramiro Carvasio

Ciegos, sordos y estúpidos

Grecia es un país deshauciado. Primero las políticas neoliberales lo llevaron al colapso. Créditos bajos, crecimiento fantasmagórico, burbuja. Después la inevitable caída en los brazos de los vampiros, que para reparar el daño, repiten los mismos errores. Más privatización, menos estado. Es una falta de respeto tan grande. Tal, el cinismo.

Lo único que pretenden los rescatadores y sus secuaces es la subasta del país, su empobrecimiento, para hincar en él sus garras. Y los griegos no se dan cuenta de que el sistema que los ha hundido, no los va a rescatar.

Pero aunque de algo así, se da cuenta hasta un niño, no es esta denuncia mi objetivo. Hay algo más peligroso.

No se puede humillar a un país. No puedes condenarles a la desesperanza, a 20 o 30 años de paro, a la inmovilidad social, a la incultura, a la falta de servicios básicos, a la pobreza. La Historia es muy sabia y nos ha demostrado que esto tiene un precio.

Grecia está a un paso de una revolución, de una guerra civil, del fascismo, de salirse de la UE. Y si no Grecia, el próximo en el que claven sus colmillos. Recuerden a la Alemania de entreguerras, Se tensó tanto la cuerda que se rompió. Llevaron a su pueblo a tal estado de desesperación que surgió el fascismo y la guerra arrasó Europa.

Pero están sordos y ciegos. Seguirán estrangulando al débil hasta el límite. Y son estúpidos.

El desastre es inminente.




Ramiro Carvasio

miércoles, 6 de julio de 2011

Perrofacha

Dícese del individuo, perteneciente a las fuerzas del mal y acompañado por un perro, que usa contra sus hermanos, en defensa de los privilegios de los amos de ambos. Va bien aseado. No lleva flauta.

Se adjunta fotografía,







Ramiro Carvasio

viernes, 1 de julio de 2011

A toro pasado

El sentido gregario del ser humano, empuja a mucha gente a unirse unos a otros, a las mayorías. Por eso, vemos hoy, a muchos críticos, analistas y ciudadanos varios, de esos que van en chancletas, haciendo repasos soberanos a la crisis. Yo me incluyo entre ellos y estoy de acuerdo con todos los análisis. De hecho los veo necesarios para entender lo que pasó en los últimos 15 años. Por qué hemos llegado a la situación de crisis en la que nos encontramos.

Sin embargo veo una pega. Es muy fácil hablar a toro pasado. Hacer leña del arbol caído. Yo no recuerdo a nadie, salvo dos excepciones, que en el momento álgido de la locura burbujera pisera paleta, criticara el presente y fuera hereje. Más bien, recuerdo desprecio, insulto y burla contra quien se areviera a ir contra corriente. En cambio, es ahora cuando se hacen comics, se escriben innumerables libros contra el "capitalismo". Aquel capitalismo que ahora, ya no me gusta.

¿Es posible rebelarse en el presente, cuando se va ganando?

La historia es una disciplina honorable, que nos da la oportunidad de aprender cómo se comporta el ser humano y las sociedades. Ha terminado esta última etapa, y con el fracaso, las personas alzan la voz. Álzala en el éxito. Esa es la verdadera sensatez. La verdadera valentía y lo único útil. El pataleo, la sátira a posteriori, no sirve para nada. Ya es tarde y me da la sensación de que la próxima trola será nuevamente tragada. Aquí estaré yo, para llevar la contraria a lo que venga, que será gordo y aquí os espero, masa, para enfrentarme a vuestras burlas, autosuficiencias, odios.

Predico en el desierto.



Ramiro Carvasio.

martes, 21 de junio de 2011

De la falacia del Liberalismo

Una gran mentira ha sustentado todo nuestro sistema económico y social desde hace dos siglos. Una gran falsedad, lanzada al mundo con intención farisea y embustera. Es la falacia del liberalismo.

Según los prohombres del liberalismo económico, la ausencia de regulación económica ofrece libertad al ser humano para labrarse su propio futuro, gracias al esfuerzo y al trabajo. Sólo nos debemos a las leyes del mercado, del comercio, de la oferta y la demanda, que son iguales para todos.

Sin embargo, el error es de raiz, ya que los hombres no partimos de una misma situación económica y social. En un mundo sin reglas, el poderoso lleva siempre las de ganar. La teoría del liberalismo económico solo sirve si todo el mundo regalara sus pertenencias y empezáramos todos de 0, y así en cada generación, lo cual es imposible. Pero partiendo de una situación heredada del Antiguo Régimen, la desregulación económica solo produce nobles empresarios y banqueros, y campesinos obreros y pobres. Ese liberalismo que proponen es una utopía.

Imaginen una carrera de 100 metros lisos, donde unos salen desde el metro 0, otros desde el metro 80 y otros incluso desde el metro -50. Se da el pistoletazo de salida. No hay reglas, solo correr. ¿Adivinan quién ganará la carrera?

En el siglo XIX, cuando comenzó el liberalismo, los nobles comenzaron la carrera desde el metro 80, con tierras, bancos, títulos, mientras que la mayoría partía del metro 0, sin nada y otros incluso, desde más atrás, sin educación, enfermos, con deudas. Esta situación se repite a cada generación. Unos lo tienen todo de cara, y otros, todo en contra. El sistema liberal perpetúa esta situación, por lo que nada tiene de libre.

Esto mismo ocurre internacionalmente, donde unos países son irremediablemente pobres y otros enormemente ricos. Si en esta situación se predica la libertad económica, lo que se está predicando es la esclavitud.

Cuando queremos arreglar un estado de desigualdad, se aplica con mucho acierto, la discriminación positiva. Favorecer al desdichado en detrimento del afortunado. Es la única manera de igualar las cosas. Ese es el verdadero liberalismo.

No se lo traguen. Cuando oigan a algún o alguna presumiendo de que es liberal, sepan que en realidad representa todo lo contrario a la Libertad. Solo defiende que se mantengan sus privilegios, o los de sus amos. Más que Liberal, yo lo llamaría Aprovechado, ingenuo o malintencionado.


Terminó el engaño, la prostitución del lenguaje.




Ramiro Carvasio

domingo, 12 de junio de 2011

La composición de la población

Después de los resultados de las Elecciones, después del abandono que ha sufrido el movimiento 15M por parte de sindicatos, parados, deshauciados y después de una vida de observancia perpleja, llego a la siguiente conclusión. Basta ya de paños calientes. Diré, por fin, la verdad de los problemas que afectan al mundo.

Del 100% de la población hay un 70% de imbéciles. De amplia gama y subdivisiones. Va desde las masas ignorantes y entelevisonadas de los pueblos, a las repipis y chafarderas grandes ciudades. Del rico al pobre. Del botellón a la hipoteca enladrillada. De la chancleta a la derrota. De la mirada de recelo a la sumisión al poderoso. Del miedo a la costumbre. De la pertenencia al grupo a la segregación del diferente. Del coche nuevo al teléfono de moda. De la codicia al tropezón. Del nacimiento a la muerte previo paso por el Centro Comercial. De necesidades básicas urgentes.

Después tenemos un 20% de malvados. Lo podrás ver en sus caras. Son envidiosos, desdichados, que desean el mal al prójimo para que lo acompañe en su desgracia. Son pobres o ricos, da igual. Mala gente, violenta, de mal comportamiento, culpable de las guerras, de los engaños, de la explotación. A eliminar.

Y finalmente un 10% de buenas gentes. Intelectuales, que disfrutan del bien común y del bienestar de su vecino. Dentro de este 10%, hay un 1% de héroes, que son capaces de cambiar la Historia.

Los malvados siempre se imponen a las buenas gentes y someten al 70% de incautos. Y el 10% restante, entre los que me incluyo, tenemos que soportar injustamente este sistema democrático o nobiliario, monárquico o republicano, de sometimiento a los malvados con la complicidad de los pobres tontos.

Y así toda la puñetera Historia. No le den más vueltas. Es así de sencillo.


Me cago en vosotros





Ramiro Carvasio

viernes, 10 de junio de 2011

El Consumo

Hace poco pensaba yo mirando a España y a Europa entera cómo era posible que la población aceptara tranquilamente las injusticias y los abusos con que los gobiernos han reaccionado a la crisis económica. Pensaba que el silencio de las multitudes se debía a la muerte de las ideologías, el aburguesamiento de la sociedad, la idiotización educativa generalizada, la robotización del trabajador, etc. Pero me equivoqué. Sí hay protestas, y falta un pelo para que se conviertan en generalizadas en todo el continente: ya se ven en Grecia, o se dice que en Islandia, etc. Me parece que está sucediendo algo hermoso, a pesar de todas las contradicciones que pueda tener el movimiento –no es revolucionario, ya que no quiere corregir los usos, sino sólo los abusos- y que encierra lo mejor y más prometedor de la juventud española. Antonio Machado escribió un poema, El mañana efímero, en el que expresaba la esperanza de que la juventud española despertara de su letargo, la “España de la rabia y de la idea”. Su esperanza nunca se realizó, pero había un impulso telúrico en aquella sociedad. Basta recordar el anarquismo, el amor libre, el comunismo, que inspiraban a tantos antes de 1936. Los tiempos son otros. El rumbo de las protestas son otros. Nuestra sociedad, quizá, está demasiado acostumbrada a lo que se llama “bienestar”, y que consiste en poder tener a disposición muchos artículos y servicios trabajando poco. No se pretende, creo, en estos movimientos ciudadanos de hoy, cambiar el rumbo de nuestros países, sino corregirlo para poder acceder, sin inseguridad y sin sobresaltos, a ese “bienestar”. Pero, con todo, digo que los que protestan y se manifiestan representan lo mejor –y que no será oído- de nuestro tiempo.

La sociedad del “bienestar” famosa debería acabar. ¿Para qué necesitamos un coche nuevo cada cinco años? ¿Para qué necesita occidente tanto petróleo? ¿Para qué tanto lujo? ¿Para qué tanto tiempo libre? Nuestro “bienestar” sólo es la manifestación de la extorsión de los países ricos sobre los pobres. A un hombre que está enfermo aquí lo operan y le ponen órganos, si hace falta, de muchachas que los venden en cualquier rincón del mundo. Pero uno que tiene una fiebre por allí se muere tirado en una esterilla. Qué vida tan rara. ¿Qué dirán los historiadores dentro de dos siglos? La época de los cacareados e inexistentes “derechos humanos” regida por la misma o peor injusticia, hipocresía y explotación que tuvieron otras épocas de la historia. Esto siempre ha pasado. Sólo que ahora está institucionalizado y globalizado. Por otra parte, es normal. Tú no tienes lo que yo fabrico, por ejemplo medicinas. ¿Te mueres de gastritis? Pues abre universidades, aprende química, levanta laboratorios, y fabrícate tus pastillas tú. Si vives en Somalia y no tienes todo eso, es tu problema. Éste sería un discurso que yo podría entender –y en el fondo es lo que se dice. Pero entonces: tú tienes fábricas y no tienes petróleo para que funcionen, pues recoge plancton, déjalo reposar unos cuantos millones de años, luego extráetelo, y hazte tú tu gasolina. También, recogete tus diamantes en tu río, tu caucho en tu selva, péscate tus peces en tu mar, corta tus árboles de tu jardín y hazte tus libretas con ellos. Pero no. Tenemos la industrialización, claro, pero no funciona sin los recursos del tercer mundo, para lo cual tiene que estar dominado y sumido en la pobreza, y si un país no quiere, o bien se ocupa, o se colabora con su gobierno dictatorial, o se comercia con él dándoles unas cuentas de vidrio.

El “bienestar” nuestro depende de ésto. Puede que el movimiento 15M quiera cambiar muchas cosas, y muchos quieren cambiar esto también. Pero muchas voces claman porque se les ha escatimado ese “bienestar”. Habría que preguntarse: la riqueza de la que disfrutamos ¿nos sirve de algo? Miro por ejemplo los jóvenes norteamericanos que viven y estudian en mi ciudad. Están degenerados, idiotizados. Las cuentas bancarias inacabables de sus papás sólo les sirve para pensar en las chanclas tan bonitas que se han comprado o en lo mucho que se van a emborrachar por la tarde. Las viejas, los lechuguinos, los encorbatados, los artículos de lujo, los coches que cuestan una casa, los trenes que van a quinientos por hora, los miles de canales de televisión, las publicaciones sin cuento, la confección de trajes para tener un armario lleno, las presidencias, las monarquías, todo esto es supérfluo. Sin embargo, es lo que se quiere. Viendo en la televisión –no vivo en España- el movimiento, y luego los resultados de las elecciones, me daba tanta lástima. Una parte pequeña quiere cambiar, por lo menos, algo. Pero una parte mucho más amplia, ¿lo quiere? ¿Lo quieren los periodistas que trabajan en los medios? ¿Los jubilados, los rentistas, los empresarios, las mujeres de los burócratas que viven despertándose a las doce y yéndose de compras, los jóvenes herederos, los delfines que viven en los barrios de postín, con el cochazo esperando y amiguitos en yate? Lo que uno piensa es libre, y yo libremente, con todo respeto, los desprecio y me alegraría de su aniquilación. Pero son tantos... Me imaginaba, después de las elecciones, que los que protestan son una minoría, y que se acabarán quedando solos. Puede que muchas amas de casa, hombres educados, jóvenes con esperanzas que integran el movimiento quieran una “participación democrática”, es decir, la promoción de un sistema injusto, sin darse cuenta de su injusticia esencial. Pero, repito, a pesar de las contradicciones, encabezan una protesta hermosa, el primer paso hacia la denuncia. Esa denuncia es una voz clamante. Lo que no sé es si será suficiente.

Parece que el mayo francés acabó por pura desidia. Las autoridades dejaron que se disipara. Es el miedo que tengo con que pase lo mismo ahora. Parece que el movimiento es de verdad muy fuerte, pero la pregunta es hasta cuándo. El problema de este movimiento es que no “hace” nada. Si sólo se manifiestan, si sólo se concentran, el gobierno y los famosos mercados están de brazos cruzados mirando. Ya se cansarán. La cosa quedará en unas reivindicacións finalmente archivadas en los anales de la prensa idiota que hay. Los jóvenes se reunen y dicen esto y lo otro. ¿Y qué? Nada. Los trabajadores y los sindicatos callan como malditos. Esto sí que es una traición. Lo mismo que en Francia en el 68. ¿Por qué no se unen? ¿No sería este el momento de una huelga europea? Sí lo es. Pero no se mueve ni un dedo. El trabajador europeo no quiere eso. Lo que quiere es su pequeño puesto en la fábrica y su sueldecito y sus vacaciones. Así que no pasará nada. El movimiento tiene que llevar a cabo actos de incidencia social. Si no, se quedará en mero teatro, lo mismo que el 68 francés, se quedará en acampada y convivencia y poco menos que rezo mariano.

Yo, humildemente, quiero aportar mi granito de arena al debate, y lo que propongo es esto: destrucción del consumo. Una consigna, que si se impone, puede incidir y realmente “cambiar” algo, ésta: dejar de consumir. Todo el sistema económico se basa en el consumo, en la hipnosis que nos hace comprar lo que no necesitamos y esforzarnos como el burro con la zanahoria por tener lo que no necesitamos tener. Y mientras va rodando la noria. Lo que yo propondría es algo concreto, que podría tener un efecto: no consumir. ¿Qué nos hace falta para vivir? Pan, vino, algo de carne, algunas legumbres, leche. El resto, nada. No comprar ropa, no ir en coche, no comprar gasolina, viajar lo mínimo, no ir al cine, no poner la televisión. Si se lograra bajar el consumo por ejemplo de la electricidad, el gas y la gasolina, los gobiernos, los mercados, los bancos internacionales, empezarían a tener miedo. Lógicamente una gran parte de la población queda excluida de esta propuesta. Todos los snobs que leyeren esto, no se den por enterados. No hacen falta. Desde aquí que reciban mi odio y mis peores deseos. El resto, esta es mi propuesta, como si yo estuviera en Sol. Soy solo otra voz, y lo que digo es: no compres.



Jan Carvasio

domingo, 22 de mayo de 2011

Y por fin...REVOLUCIÓN

Las cosas de verdad, históricas, ocurren así, de repente.

Hoy me acuerdo de Noam Chomsky, de Naomi Klein, de Michael Moore, de James Petras, de Susan George, de José Luis Sampedro, Stephane Hessel, de Hugo Chavez y el olor a azufre en la ONU. De tantos compañeros anónimos que llevan protestando, denunciando tanto tiempo en la prensa, en internet, en su trabajo, en su vida. Que valientes fueron. Lucharon contra una época que solo puedo calificar de fascista.

Desde 1990, después de la caída del muro de Berlín, las potencias occidentales, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y detrás todos sus pequeños advenedizos mendicantes, España, Holanda, Italia, Suiza...ya no tenían enfrente la alternativa que representaba la URSS. Era el momento de lanzarse a la conquista del mundo. "Un nuevo orden mundial" lo llamó Bush padre. Los países de la antigua órbita soviética fueron absorvidos dentro de la OTAN, la UE, previo paso por caja, a costa de sus servicios sociales y sus industrias, provocando inmigración y pobreza.
En 1991, se invade Irak, el antiguo aliado, con excusas engañosas, en el primer movimiento hacia oriente. Se desintegró Yugoslavia, la otra gran federación europea, para fagocitarla después dentro del sistema, convertida en pequeños y débiles estados. Todo esto con la complicidad delictiva de Alemania, en primer lugar, y del resto de potencias después. Los grandes poderes occidentales se creían en la cumbre. Continuó la política de hechos consumados en Israel, con objetivo de robar unas tierras y crear una avanzada de occidente en oriente. El Reino Latino de Jerusalen.

En 1997, en Estados Unidos, se crea el PNAC (Project for the New American Century), que contaba entre sus distinguidos socios a los hombres más poderosos, George Bush, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz, Richard Perle, Dick Chenney y que como objetivo, tenía sentar las bases para que Estados Unidos dominara el mundo durante todo el siglo XXI. 50 años antes, otros dijeron crear un Reich que duraría 1.000 años. Son los años 90, años de derrota moral del progresismo. Años de neoliberalismo, de privatizaciones, de una sociedad de incultura galopante, donde la música, el arte, la televisión están al servicio del dinero y del lavado de cerebro. Una sociedad en la que se fomenta la estupidez, la chabacanería, la autocomplacencia y la derrota, el mercantilismo, el consumismo, el pensamiento único. Con cuantos memos me topé durante aquellos años. Dándome contra un muro.

Pero en 1.999 se cae la bolsa en Nueva York. Se hunde el Nasdaq y los que pensaban que hasta la fruta se compraría por internet, que adoraban postrados al ídolo norteamericano, deben seguir bajando al frutero de la esquina. Cuanta paliza daban y yo aguantando a tanto pesado.

En ese momento, el sistema de crecimiento perpetuo, de huida hacia adelante, estaba quebrado. Hacía falta un acontecimeinto catalizador, un cataclismo cegador, para dar un paso definitivo de saqueo, de robo, de aniquilación. "La doctrina del Shock", lo llama Naomi Klein tan acertadamente. Hacía falta un enemigo, hacía falta locura colectiva y fascismo. En 2.000, un infome del PNAC, titulado "Rebuilding America´s Defenses: Strategy, forces and resources for a new century", en un ejercicio profético, habla del control de Oriente Medio y sus recursos, acuña el término "Eje del mal", de incrementar la presión sobre China y habla de la necesidad de un evento a escala global que actúe como detonador.

En 2001, se producen los atentados del World Trade Center. Permitidos, perpetrados o aprovechados. Da igual. Se sabrá dentro de muchos años. Ya tenían su Shock, su evento a escala global, su detonador.

En un último estertor, el sistema invade dos países, desencadena dos guerras, la muerte y el dolor a miles de personas inocentes, baja los intereses a 0, derrocha crédito, estafa al pueblo que se deja estafar como cómplice por codicia, y consigue 10 años más de falso crecimiento, de burbuja. En los pequeños países acólitos, los obedientes bufones imitan al rey con políticas similares a las del amo, con liberalizaciones de suelo, con crédito fácil y ladrillazo.

Yo paso 10 años viendo la locura en sus ojos, hablan de "reconquista" de América Latina, de comprar un piso por 40 millones, venderlo en dos años por 80 y comprar entonces un ático. De ser una potencia mundial. No se dan cuenta de que están dentro del fascismo. Un fascismo económico, donde los nuevos judíos son los pobres.

Una vez más, toda esta loca carrera se hunde. En 2008 vuelve a quebrar la bolsa en un puro ejercicio de lógica matemática. Los bancos están en quiebra. Los de los ojos brillantes, se dan cuenta de que no son ricos, que son pobres y que les han engañado, que son estúpidos. Los pisos de 50 millones, ahora valen 20 y el banco se los quita. Nunca se ha visto en este país, a las familias perdiendo las casas. Era algo inaudito.

Los poderes políticos, entregados al poder económico, en desvergüenza Versallesca, cubren las pérdidas de sus dueños con dinero público, llevando a los Estados a la ruina. Se recortan libertades y derechos del pueblo para poder pagar el cheque de la Crisis.

Nada queda de nación, estado, país, futuro, vida. El monstruo financiero, nunca pierde y lleva al pueblo a la deseperación. Pero aquí está el error histórico, matemático. Se cumple la última fase del Capitalismo, la Revolución. Cuando no te queda nada, sales a la calle, y los que parecían tan fuertes resultan insignificantes.

Han sido 7 días maravillosos. No me he cansado de pedirlo, humildemente desde mi posición, y por fin ha ocurrido. Y como yo, miles de compañeros. No importa quien gane hoy. Lo importante es no parar este movimiento. Seguir y seguir hasta conseguir lo que queremos. Que se nos unan los parados, los inmigrantes, las ciudades que están sufriendo. Los hermanos portugueses y griegos. Darle forma, hacer un calendario de movilizaciones. Darle cuerpo.

Adelante, ya no tenemos miedo, no hay nada que pueda pararnos.


Gracias a todos.





Ramiro Carvasio

lunes, 9 de mayo de 2011

Agencia de calificación

La Agencia Ramiro Carvasio, en representación de la Humanidad, baja la calificación de la Agencias Standard & Poor´s, Moody´s y Fitch a la mínima nota. Cero.

1. No supieron preveer la crisis, luego son incompetentes. Si supieron predecir la crisis, son cómplices, luego no son de fiar.
2. Basan sus conclusiones en teorías fariseas, como las de Adam Smith, Milton Friedman o Hayeck, una pandilla de lampreas
3. Responden a intereses privados, luego nada tienen que hacer en el ámbito público.

Quedan borrados de la ecuación.


Best regards,




Ramiro Carvasio

domingo, 8 de mayo de 2011

El Santo

Hace unos días, dieron la noticia de que se había hecho en España un pionero transplante de riñón en cadena. El primer eslabón fue un religioso catalán, que se puso en contacto con la Organización Nacional de Transplantes para donar uno de sus riñones para quien lo necesitara.
Yo soy muy miedoso con los médicos, no dono ni sangre porque me da pánico. Ya tuve mi experiencia hospitalaria hace años y creo haber cubierto el cupo. Ahora disfruto de mi salud.
No se me puede ocurrir nada más valioso que un riñón. Un riñón que da la vida. Yo guardo los dos míos, por lo que pueda pasar. Si algún día, alguien cercano lo necesitara, imagino que se lo daré, pero este hombre lo ha dado al desconocido prójimo, solo para hacer el bien.
He escrito cosas malas de la "casta sacerdotal", sobre todo cuando sirve de manto de oscuridad para el pueblo.

No creo en Dios, pero creo en ti, hermano.

Bienaventurado seas.





Ramiro Carvasio

lunes, 2 de mayo de 2011

Bin Laden ha muerto

Estimados poderosos,

Dejen de insultar mi inteligencia con cuentos para bobos. No hay nadie que se crea semejante mentira. Todo este tinglado fue una excusa para invadir y saquear, que es la base de nuestro sistema económico. Un sistema quebrado y en crisis desde 1.999.

Pero una conclusión importante hay que sacar. Se ha acabado este ciclo. Viene una nueva mentira global, algo muy ruidoso. Estén preparados, no se lo traguen o caeremos en una nueva espiral de locura colectiva, tontos recitando como papagallos, miedo, guerra y miseria.


Somos más inteligentes que todo eso.





Ramiro Carvasio

lunes, 25 de abril de 2011

De la justicia

Viendo el otro día "El nombre de la Rosa", me sorprendía de cómo, en aquellos siglos medievales, la Santa Inquisición, acusaba a cualquier infeliz de ser bruja, adorador de satanás, simplemente porque era el raro del pueblo, porque era mujer, porque era vieja, porque estaba enfermo, porque era el diferente. De manera arbitraria se le condenaba a morir en la hoguera y se terminó. El pueblo quedaba aterrorizado y aleccionado por el tremendo espectáculo, volcaba sus iras y sus miedos en el pobre inocente quemado, y el inquisidor, bien creyente él también en aquellos cuentos religiosos, o a sabiendas de que eran todo supersticiones necesarias para someter a los incautos y mantener la supremacía de los privilegiados, quedaba satisfecho del buen trabajo realizado.
¿Cuántas vidas inocentes han sido así eliminadas, cuántas ilusiones, esposas, maridos, hijos, han sido asesinados por aquella caterva de lunáticos, de malignos, de desechos de la raza humana?
Hoy sabemos que no existe Satanás, que nadie hacía brujería, ni adoraba al maligno, ni echaba mal de ojo. Pero ya es tarde. Todos aquellos inocentes fueron ya asesinados hace mucho tiempo.

Pero aun nos queda mucho por andar. En el año 2011 todavía hay inquisidores que arbitrariamente dictan su sentencia embustera, a sabiendas o en fanático éxtasis. Hoy también se acusa, como hace 1.000 años de bruja, de terrorista, a inocentes que se pudren en cárceles ilegales como Guantánamo. Aun hoy estamos indefensos ante pruebas como "coincide tu ADN". ¿Es que hay manera de probar lo contrario?. ¿Dispone el ciudadano de un laboratorio para analizar su ADN, o son los designios de Dios. Aun hay testigos falsos, que dicen haber visto a alguien hacer algo. Cualquier tiparraco infame. No me resulta nada fiable ese sistema, cuando el ser humano miente el 90% de las veces. Hay juicios donde basta con el testimonio de un testigo para condenar a muerte al infeliz. Pasa 15 años en el corredor de la muerte y después se desmuestra su inocencia. Si pagas un abogado más caro, te absuelven, si es de oficio te condenan. Esta justicia tan imperfecta, ¿tenemos derecho a ejercerla?, a llamarla Justicia.
¿Y qué hay de los que roban cientos de millones al estado, al pueblo? ¿Y que hay de los que provocan miles de muertos con guerras ilegales, basadas en argumentos falsos?, ¿No son ellos un millón de veces asesinos?, ¿Quien les juzga? ¿Quien se atreve? ¿Quien puede?
¿Estamos hoy quemando solo a las brujas, a los que echan mal de ojo, al diferente, al enemigo, al pobre, al gitano, al inmigrante que roba, que trapichea con droga? ¿Es eso justicia? ¿Es eso Estado de derecho?

No es justicia, es apaño, es acomodo del rebaño, es terrorismo de Estado, es salvaguarda del poderoso, azote del pueblo, es injusticia. Quizá no sea posible hacerlo de otra manera, quizá seamos imperfectos. Pero si así es, así hay que afirmarlo.






Ramiro Carvasio

jueves, 14 de abril de 2011

El Gigante

A un pueblo alemán, dieciochesco, llegó un gigante pelirrojo y le gustó tanto sus montañas y sus prados, que se quedó allí a vivir.

Al principio todo fue bien. El gigante trabajaba para el pueblo y como era tan fuerte, hacía cosas para aquellas gentes que en otros lugares era impensable que se hicieran. Con una mano hacía caminos, con un puño arrancaba el carbón, con su hacha talaba medio bosque. Había que dedicar mucho trabajo para alimentarle, ya que tenía mucho apetito, pero todos lo hacían de buena gana mientras paseban por el camino, por la mina o por el bosque talado. "Muy bien, muy bien".

Pero al cuarto año hubo una helada. Las cosechas se perdieron, se heló el río. Se murió el ganado. Pero el gigante continuaba teniendo apetito. "Dadme mi ración, malditos". Los vecinos, asustados se lo daban. Se lo quitaron de su propia despensa. El Alcalde promulgó leyes para ir dándole todo al gigante. Hubo que desmontar la iglesia y venderla en pedazos, el colegio, las muelas de oro, todo para dar de comer a este gigante que siempre tenía hambre. Hasta que un día se dieron cuenta de que no tenían nada.

Algunos comenzaron a estar hartos, pero la mayoría tenía miedo. "Es mejor dárselo todo", "Con este mendrugo me conformo".

Pero una joven, una noche, le dio un brebaje que lo mareó y se fue dando tumbos hasta el barranco. Cuando estaba en el borde le dio un empujón con todas su fuerzas y lo despeñó. "Anda y muere maldito". Y se sentó a verlo caer, llorando.

Y fue entonces cuando el pueblo volvió a comer su cosecha, a tener su iglesia, su colegio, sus muelas de oro y, que carape, su dignidad.





Ramiro Carvasio

Revolución, fase superior del capitalismo

Lo veo.

Es tan costoso mantener este sistema de crecimiento perpetuo, de enriquecimiento eterno de las entidades financieras, de las multinacionales, hasta límites soeces, que ya no es suficiente con esquilmar otros países, condenar a otros pueblos a la miseria cultural, material, a la dominación militar, sino que, incluso dentro de esos mismos países dominadores hay que destinar, cada día más recursos a las fauces insaciables de los mercados y de la oligarquía financiera, a costa de lo que pertenece al pueblo. Primero te recortan el sueldo, luego te suben los impuestos, luego te quitan la sanidad pública, la educación gratuita, (miren Inglaterra), las indemnizaciones por despido, la vivienda. Y después será el agua, la seguridad, el aire. Hasta el irremediable final del empobrecimiento social, de una nueva proletarización, de una vida malgastada, del final.

Los hombres solo se rebelan cuando llegan al límite, pero por definición, y para alimentar al monstruo, ese es el seguro destino.

No hay nada más que esperar. Cuando el pueblo no tenga nada, se lanzará a la calle, en desesperación, a cumplir con la última fase del capitalismo, La Revolución.




Ramiro Carvasio

miércoles, 13 de abril de 2011

Revolución o mono

Cuando voy al zoo o cuando veo un documental de animales, y veo a los monos, siempre me preguntaba. ¿Por qué el resto de machos no cogen al mono dominante, le dan un ramillete de hostias, cuatro palos, una lluvia de pedradas y lo despeñan? Es mucho más debil que ellos, es sólo uno, que tiene todas las hembras para él, asegura su descendencia, la mejor comida, el mejor asiento y dispone a voluntad del resto del grupo, de manera arbitarria e inutil. Pero nadie se atreve a destronarle hasta que se hace viejo y otro mono dominante ocupa su lugar para continuar haciendo lo mismo. Los monos no son capaces de organizarse socialmente, de elaborar un plan en bien común, para cargarse al cabrón este que nos hace la vida imposible.

El hombre si es capaz. Las sociedades que han sido capaces de defenestrar al mono, son las que disfrutan del mejor nivel de vida y de las sociedades más pacíficas y prósperas. Pero siempre hay otro mono que quiere ocupar su lugar. Por eso nunca hay que bajar la guardia.


Ustedes eligen o Revolución o mono.




Ramiro Carvasio

Déjenme en paz

Buenas tardes,

Soy uno de tantos ciudadanos afectados por este blog. Ya sabemos que estamos gobernados por una casta de poderosos, ya sabemos que nos refugiamos en la religión, que son una sarta de mentiras, que no tenemos dignidad, que actuamos como rebaño, que nuestra sociedad se construye sobre cadáveres, y que los verdaderos asesinos son los vencedores. Que nuestra sociedad esta únicamente basada en el dominio sobre el otro, en el provecho del prójimo. Pero tengan en cuenta que no todo el mundo es como ustedes. A nosotros no nos parece mal todo eso. Además, la mayoría de nosotros TENEMOS MIEDO. Nos levantamos por la mañana y solo queremos lo que ya tenemos. Lo único que miramos para otro lado cuando sabemos que algo está mal. Pero preferimos que las cosas sigan su marcha, porque es lo más cómodo. Es un gran esfuerzo construir una nueva sociedad. Y el domingo tengo barbacoa en chancletas. No lo entienden. Dejen de dar la vara. Yo solo quiero que me dejen pagar mi hipoteca. Ya solo me quedan 37 años. Solo tengo que agachar la cabeza y tirar del arado. Eso se me da de perlas. Pero todo lo demás, de lo que ustedes hablan, me disgusta, me pone nervioso. Yo, si fuera poderoso haría lo mismo. Lo hago cada día en cuanto puedo. En cuanto veo un resquicio. No lo veo tan mal.

No somos como ustedes, déjennos en paz.




Un afectado

domingo, 3 de abril de 2011

Usos lingüísticos bobos

Últimamente pueden oírse en los medios de comunicación españoles una serie de giros modernos que se diría que poco a poco se van imponiendo. No soy un purista; el lenguaje es algo flexible, continuamente en movimiento. Su norma se reajusta y reactualiza sin cesar. Lo que pasa es que hace gracia cómo se copian los regímenes preposicionales lo mismo que si fueran cosa de última moda. Dicho de otra manera, el que es imbécil, también lo demuestra en su lenguaje.

No me refiero solamente a la muletilla de a día de hoy; hace un año no se decía a día de hoy, ahora a nadie se le cae de la boca. A ver quién es el periodista o político con valor para decir hoy por hoy, o actualmente. A lo que me refiero sobre todo es a la eliminación del artículo de los complementos preposicionales adverbiales. En español, como en otras lenguas románicas, el artículo actualiza y presenta en su individualidad al sustantivo común. Viajar en el avión, significa viajar dentro de un aparato concreto, ese avión. Viajar en avión significa una modalidad de viajar de entre las posibles que existen: viajar en barco, viajar en coche, viajar en burro, etc. Lo mismo podría decirse de los giros el libro está en prensa/está en la prensa; el profesor está en clase/está en la clase, ir en ascensor/en el ascensor, etc. Lo primero categoriza, lo segundo describe. Lo primero se aplica, según una convención, a una determinada posibilidad dentro de un proceso o de un espectro de variantes inventariadas y codificadas. Lo segundo sólo remite, sin más, a una situación actual. Pero cada vez se oye más salir a pista, jugar en liga, bajar a planta, ir a examen. Para los que hablan así, sabiéndolo o no, es como si todo acto fuera sólo una elección posible entre opciones dadas. El enfermo puede estar en quirófano, en planta o en calle, o quizá también en cementerio. Me bajaron a planta, pero no me dejaban salir a calle. Y ¿por qué no: compré un café en máquina y luego me senté en sillón para ver tele? También el café puede comprarse en máquina, en tienda o en bar, luego por tanto, son categorías. Siguiendo este silogismo para tontos también podemos decir: sácate las manos de bolsillos, tengo que ir en autobús porque tengo el coche en taller; le están poniendo una pieza en motor, mete la mano en bolso y dame llaves para que abra puerta, el avión está en pista y poco antes estaba en aire habiendo bajado de cielo, bicho sale de agujero y trepa por árbol, mono vive en rama, araña aguarda en tela, gallino pica en pienso, le están haciendo una operación en callo, o le ha salido un grano en culo.

Manía de categorizar. Ya vale con viajar en avión y viajar en cabra. El loro no está en pino, sino en el pino. No es una posibilidad de las ofrecidas a loro. El loro es un ser cuya libertad es inimaginable para las pequeñas mentes locutoras y burocráticas. No tiene tres o cuatro posibilidades, sino infinitas. Malditos enanos mentales pretenden que vida sea formulario con tres casillas y tienes que elegir una. Poner cruz porque eso has venido a existencia. Ejercer voto y quedar satisfecho, y lo que diga jefe chitón, que trabajo es ya suerte no me vaya a quedar en calle luego cómo pago hipoteca acabaré en cárcel. A ver si vamos domingo a centro comercial nene no te apoyes en barandilla mientras papá y mamá están de las compras.

Mejor que eso, aqui se recomienda, humildemente, esto: echa tierra en ojo, mira cielo y estrella, méntale madre a magnate, no entres en tienda, cierra cuenta banco, estupra hermana, contempla mundo, atiende música, vete a muerte, y no hagas el caso.





Jan Carvasio

martes, 29 de marzo de 2011

THE EVIL




After see this picture, is clear that United States of América is the Evil in the world. Stop killing inocents, shame of mankind.

Enlace: http://www.rollingstone.com/politics/photos/the-kill-team-photos-20110327/0232760






Ramiro Carvasio

martes, 1 de marzo de 2011

El doble rasero

Estoy oyendo medios de comunicación de un país, a sus paniaguados medio idiotas e incultos, hablando sobre Libia, y me doy cuenta del doble rasero que se aplica. Con una apariencia de profesionalidad, lo único que hay en esos medios de ese país es voluntad de decir lo que el que manda quiere que se oiga, o sea, que son menos que el bufón del rey. El bufón se atreve a reírse hasta del mismísimo rey y de quien se ponga a tiro, y puede cargársela, como Francesillo de Zúñiga. Esos “periodistas”, “diplomáticos” y “expertos” a que me refiero lo único que hacen es repetir, con un lenguaje vacío, consignas mentirosas con la esperanza de ir lavándole poco a poco el cerebro al espectador. Y sobre todo de acariciarle las orejas a papá.

Se dice que Libia es un país muy rico en el que la riqueza no está repartida y que Gadafi es un opresor de su pueblo. Que es un criminal porque ha usado la violencia y ha causado muchas muertes. Que los recursos inmensos de su país no llegan a los ciudadanos, sumidos en la miseria. Y la ONU –esos muñecos- lo sanciona y todo el mundo los declara, a él y a sus acólitos, criminales y fanáticos. Incluso se dice, para colmo, que es más o menos un esquizofrénico, bipolar, enfermo, o sea, un demente. Es curioso, cuando quiere liquidarse lo que uno dice o representa, bloqueando cualquier merecimiento de reflexión, se dice que es un loco. Es lo que pasó con el autor del fallido –qué pena- intento de magnicidio sobre Fernando el Católico.

Puede que Gadafi, que arenga como un energúmeno enarbolando un libro, sea todo eso. No puedo saberlo, porque no he estudiado el asunto –como el 99,99 % de la población occidental- y ni siquiera he pisado las arenas de Libia. Este no es el problema, sino el doble rasero. Hace poco ha habido –y estamos en sus secuelas- una guerra en el mundo. Se dijo que un país tenía armas de destrucción masiva, y se preparó la enésima cruzada. Tampoco sabemos bien lo que pasa allí, porque no hemos estado y no hemos estudiado el asunto. Pero parece que es una guerra, y en una guerra muere mucha gente. Pero no ya sólo soldados, sino mujeres y niños que están en su casa y les cae una bomba. Si uno es el padre de esos, ¿qué hace? Imagínese.

¿No fue esa guerra un ejercicio arbitrario e injusto de la violencia más extrema contra la humanidad, con un pretexto inventado y llevada a cabo con el espíritu más criminal de apropiarse de lo que no tienes y codicias? Y ¿qué se dijo?, o ¿qué se dice? ¿Son criminales quienes la iniciaron, es decir, los causantes de una tragedia ingente en todo un pueblo? ¿No es eso una especie de holocausto? No se dice nada. Gadafi, porque mata a sus súbditos, comete crimen de lesa humanidad. Los dignatarios occidentales invasores, como las bombas caen en pueblos de adobe, no. ¿Y la ONU? Se da prisa en denunciar cuando le conviene. ¿Por qué no denuncia ahora el asunto de las supuestas armas de destrucción masiva? Si no hay, que se vayan ya se sabe quien. Pero claro, es que ya están allí, cualquiera les saca.

Irán tiene o puede tener la bomba atómica. Un loco con bombas atómicas es lo peor que puede haber. Efectivamente, hay muchas por aquí, y sus mandatarios ¿son de fiar? Llegué incluso a oír que Estados Unidos ya ha tenido la experiencia de lanzar la bomba. Esa experiencia es justamente en la que se basa nuestra confianza de que no la va a volver a lanzar. El crimen santifica al criminal, porque, dándose cuenta del horror que causó, ya no lo va a hacer más. Así que el peligro verdadero está en los países que tienen la bomba y no la han tirado todavía. Como si dijéramos, con la demagogia más cínica –y es que algunos, de tanto énfasis en repetir las mentiras de sus mayores, se la creen- que el asesino es mejor que el inocente, porque el inocente todavía no tiene la experiencia terrible del asesinar, así que a lo mejor lo hace si se le provoca. Pero que el que ya ha hecho el mal está vacunado contra él y es como si fuera –inocente, futuriblemente inocente. En vez de eso, lo que yo veo es que el único gobierno que ha tirado la bomba atómica sobre una población civil es el de Estados Unidos. Por tanto, por ahora, son los únicos que han cometido el crimen de lesa humanidad, han causado un holocausto.

El doble rasero se aplica como intento desesperado de justificación y de convencimiento. Se fundamenta en una ley muy sencilla: ellos son los malos, y nosotros los buenos. En realidad es mucho más al revés. Somos nosotros los que tenemos el mundo postcolonial estrangulado. ¿Se habla de un reparto justo de la riqueza de un país? Muy bien. ¿Se ha pensado por qué estos países musulmanes son tan pobres? Que sean ricos. Que se unan y pongan el precio que quieren al petróleo. Y que luego lo repartan todo al pueblo. Ojalá pasara eso. Nos veríamos otra vez en Europa yendo a caballo. Si pasara eso habría una guerra. Me dolería –amo a Europa- pero por otra parte me alegraría el espectáculo de ver levantarse a los oprimidos.

No es tan difícil que llegue a ocurrir. Lo raro es que esos países tengan tantos problemas y un nivel de vida tan bajo –excepto para una élite- teniendo en sus manos la clave del mundo industrializado. Esto se sabe –no se dice abiertamente. Por eso quizá se lucha encarnizadamente contra cualquier personalidad capaz de hacer que se unan. Se le llama dictador o loco, y se le acusa –sobre todo- de no respetar la “democracia”. El uso ideológico de esta palabra seguramente no pasa despercibido para cualquier semiólogo. Consiste en el vaciamiento de su significado; lo mismo que, por ejemplo en el siglo XVI la palabra “cristiano” o “Dios” o “Cristo”. No sabemos qué es lo que significa, pero la remitimos a nosotros mismos. No significa nada, pero nosotros la tenemos. Nosotros somos demócratas, ellos no son, luego ellos son culpables. Si preguntas luego que es ser demócrata, no se sabe.

¿Qué es ser demócratas? Vivir dentro de un sistema en el que el ciudadano elige entre opciones que significan lo mismo y luego autoproclamarse libre –palabra que no significa nada porque todo ser es libre- por ello y compadecer a los que son diferentes. Como el pobre labrador inculto de la Europa tardomedieval se llamaría a sí mismo cristiano compadeciendo consecutivamente a todos los infieles.

Ser demócratas es vivir en un mundo vacuo e idiota. El demócrata es un señor que va a la oficina o que está ocho horas frente a un ordenador, en sus días libres va al centro comercial, tiene un móvil y cuyos hijos chatean. A lo mejor preferiría ser un pastor afgano.

La libertad la tiene todo ser vivo. No se lucha por la libertad, se lucha –o se elige no luchar- con la libertad. Lo que cuenta no es la libertad, sino los medios de producción. Mientras sigan en manos de los poderosos, nadia cambiará esencialmente. Aquellos que viven perpetuamente en desposesión, que se levanten si pueden. Lo mismo que ladinamente los que los expropiaron pretenden conservar o que han robado con mentiras que yo no me creo. Pero a mí, personalmente, me son más simpáticos aquéllos que estos. No justifico ni a unos ni a otros, porque nada necesita justificación: todo sólo sucede. Pero me parece hermosa la violencia y la fuerza que hay en la lucha del animal por su elevación. Y yo soy ese animal.




Jan Carvasio

domingo, 27 de febrero de 2011

Genios del mundo, Uníos

Este es un llamamiento a mis hermanos genios, a los intelectuales de la tierra, a aquellos que aman a sus hermanos, que creen en las personas, en la belleza del arte, en el honor del pueblo, los que desprecian al poderoso, el abuso y el provecho, los que se apartan del poder.
No hablo a los pequeños lacayos, empollones, de risa pretenciosa, y papada inflamada, amigos del provecho y de corto saber.
Llamo a los amantes de la verdad del hombre. A aquellos que he reconocido como hermanos de pensamiento a lo largo de mi vida. He visto sus almas tan cerca de la mía, en sus libros, en sus películas, en su música y en su arte. Sabéis.
Arrasemos hermanos el mundo de miseria, de pequeños abusadores, de provechosos indignos, presuntuosos y mediocres. De la fetidez del dinero.
Por qué no actuamos a pesar de nuestro genio. Por qué domina la tierra la inmundicia de la envidia, de la bajeza, la religión y la ignominia.
Nuestro destino es iluminar a las buenas gentes, señalar al malvado y condenar el provecho, la superstición y a los que traen la muerte.

No tengas miedo, adelante.




Ramiro Carvasio

viernes, 18 de febrero de 2011

Instrucciones para hacer la revolución

Como está demostrado que solo te tiras a la calle a la desesperada, atolondrado, cuando te falta pan, agua, fuego, tus hijos mueren de hambre, tu mujer es violada, lo mejor para que la humanidad supere la prehistoria y viva en armonía, es ser un tirano.

Para ayudar a tus hermanos, no les des trabajo, roba los recursos del país, sube los precios, haz impagable la universidad, privatiza la sanidad, los colegios, el agua, el aire, la justicia. Roba sus casas, malgasta el dinero del pueblo. Golpeales en las calles, en sus casas.
Cuando no tengan nada, saldrán a pedir justicia y a buscar su venganza. Entonces habrás logrado tu objetivo. Habrás conseguido que tus hermanos sean libres.

Sigue por ahí, sigue tirando de la cuerda, eres el mejor de los revolucionarios. Ya te falta poco.




Ramiro Carvasio

El mito del emprendedor II

Hola amiguitos,

Como ya no se puede poner un ladrillo encima de otro, con un palute, y hacer un chamizo, unas gateras, y venderlas a precio de oro, y como soy un empresario con empuje, con ideas nuevas, que busca la excelencia, que innova, que inventa, que crea riqueza y trabajo, ahora me dedico a apoderarme de los recursos públicos. Es lo que llamamos privatizar o ceder la gestión. Pero no crean que es algo nuevo. Es nuestra flaqueza de siempre. Robar al pueblo.
No doy para más, no me pidan lo imposible, soy un gañán que, o hace carreteras o me apropio del único molino del pueblo, del hospital, del tren, del agua, de la luz. Mi busabuelo ya lo hacía. Es tradición familiar. Es nuestra vagancia.
Cualquiera inventa algo, con lo dificil que es. Mejor que me regalen algo que ya está hecho, que otros han levantado, que ya me encargo yo de hacer de cacique, que eso si lo sé hacer. Y así vamos a arreglar la economía, ¿que les parece?



Ramiro Carvasio

Letra Himno España

Causo en Bas Bas
Me causo en tos tus bas bas
Causo en tos tus bas
Me causo en to tu baaaaaaaaaaai

Causo en Bas Bas
Me causo en tos tus bais bais
y causo en tos tus mas
y en todos tus bas baaaaaaaaaas

Caso en tu bas bas
y en todos tus bais
Me causo en tos tus bas
y luego en tos tus mas

Causo en tus mas mas
y en todos tus bais
me causo en tos tus bas
y luego en tos tus mm mm




Ramiro Carvasio

Yo solo quería progresar en la vida



El otro día estaba leyendo el periódico "El País" cuando me tropecé con
la viñeta de Forges. Tengo a Forges por una persona bastante cabal, por
lo que la viñeta me hizo reflexionar sobre la gran inmadurez de la sociedad
civil española en general.

Dado que yo me compré un piso en el año 2003 en el área metropolitana de
Barcelona, contrastaré los puntos expuestos en la viñeta con mi experiencia
personal.

1) "Vi una casa que me gustó". Aquí está el primer error. Es decir, yo también vi
una casa que me gustó, cierto, pero también pensé si yo la podía pagar. Es decir,
a mi me gusta un Bugatti Veyron pero no me lo compro porque no puedo pagar.
De la misma forma, no tengo que mirar que piso me gusta, sino que dentro
del presupuesto que tengo, cuál es el mejor piso que puedo conseguir.

2) "El banco envió a su tasador, que tasó la casa". Efectivamente, tasó la
casa y usted supo en valor de tasación. Salvo que usted estuviera bajo los
efectos de un psicotrópico y no se acuerde, el banco le comunicó el precio
de tasación y usted estuvo de acuerdo.

3) "El Banco me hizo una hipoteca para comprarla, conociendo mi situación
económica". Bien, es decir, usted sabía que no podría pagar la casa si se
presentaba algún contratiempo y aún así siguió adelante. Se supone que
leyó el contrato de la hipoteca (o debería haberlo hecho alguien que
va a destinar al menos 1.000 euros mensuales durante 35 años de su vida
a pagar algo, verdad?). Y lo firmó pensado que se la había dado con queso
al banco. Que listo se creyó verdad? La catástrofe de este punto es a
consecuencia del primer punto y querer comprar cosas que no nos podemos permitir.

En este punto he de hacer el inciso que yo por razones laborales me fui a
vivir a Madrid. Cuando llegué, los precios eran tan exorbitados que ni
me planteé comprar una casa y opté por el alquiler esperando a que
explotara la burbuja que todo el mundo sabía que tarde o temprano iba a
estallar. Eran los tiempos de "mi piso vale 400.000 euros porque el vecino
lo vendió el año pasado por 350.000.

4) "Yo pagué hasta que me fui al paro". Claro, y no tenías pensado que
esto podía pasar. Consecuencia del primer punto otra vez. La ventaja de
vivir de alquiler es que siempre puedes encontrar un piso más barato. Por
cierto, el piso de Barcelona lo alquilé al trasladarme a Madrid y el
alquiler me paga la hipoteca.

5) "Le dije al banco que como no podía pagar que se me quedaran con la casa"
Consecuencia de no haber leído el contrato hipotecario. No se le escondió
nada, firmó los papeles sin leer nada ni saber que es lo que firmaba. El
banco no le explicó mucho entre otras cosas porque la ley hipotecaria
española es leonina y te saca los hígados hasta que has devuelto el último
euro.

6) "Mandaron a su mismo tasador, que ahora tasó la casa en la mitad". Pues si,
porque lo que le interesaba al banco era darte el máximo préstamo que pudiera
colarte porque a 35 años tienes que devolver más del doble de lo que te han
prestado. O sea que encima que no leyó nada, no calculó lo que tenía que
devolver. La culpa de no leer y no calcular es del banco o es de usted?
El tasador ahora tasó la casa por su valor real (que usted ya sospechaba) porque
un piso en Usera no puede valer 300.000 euros.

7) "En resumen: no tengo casa y además le debo 180.000 Euros al banco que es
lo que su tasador sobretasó y el banco aceptó. Es decir: Ellos especulan y
yo soy el culpable".

Ahí discrepo. Ellos especulan, si, pero usted era cómplice de todo esto porque
nadie fue a su casa con una hipoteca para que la firmara. Usted fue al banco
y aceptó entrar en un juego en el que todos sabían que se hacían trampas. O
es que no pagó una parte "en negro"? Realmente se creía que un piso en Usera
valía 300.000 euros?

El razonamiento expuesto en la viñeta es el que hace un adolescente inmaduro,
que se va metiendo en líos pensando que si la cosa sale mal ya le sacarán
del lío sus padres. Ahora el español medio piensa que sus padres es el
gobierno y tiene que sacarle de los líos en que se mete, sea hipotecas,
forums filatélicos o entradas falsas del concierto de Lady Gaga. Al español
medio le falta un hervor, hacerse adulto ya de una vez y asumir sus
responsabilidades.



Cuidadano J

miércoles, 19 de enero de 2011

En qué casa vivir

Buenos días, soy una joven ama de llaves que desea encontrar una casa donde trabajar. Acabo de llegar a la ciudad y he oído que hay dos casas en las que poder servir. ¿A cual debo dirigirme?. Pues mire la señora. Tiene usted la casa del señor Sam Smith. Es la casa más lujosa. Todos quieren trabajar allí. Las escaleras son de oro. Las asistentas tienen uniformes de seda y collares de perlas, las fuentes de la casa son de agua fresca, tienen las mejores cuadras de la comarca, y la paga es la mejor. El Señor Smith viste como un príncipe y de su cocina salen faisanes, miel y caviar. Las carrozas son de Europa, de caoba y plata y el trato es exquisito. Todos en la ciudad quieren trabajar allí. Vaya, a primera vista parece estupendo. Claro, el Señor Sam es el más rico. Cada cierto tiempo sale con sus hombres a caballo a dar una lección a quien le plante cara. La ciudad del Sur es toda suya aunque tenga su alcalde. Todas las plantaciones son suyas y si alguien intenta que el Señor Sam no se lleve la cosecha, lo pasan a cuchillo sus esbirros. El oro lo trae del norte. El año pasado hubo una matanza. La verdad es que todo lo que rodea a su ciudad es muy pobre porque la riqueza va a casa del Señor Sam Smith. El año pasado, incluso, se incendiaron las torres de la iglesia que hay en su hacienda. Se quemaron y luego se derrumbaron. Él acusó a la ciudad vecina y con esa excusa, los mataron a todos y quemaron sus tierras. Pero hay quien dice que fue él mismo Sam Smith el que tiró sus torres.
Ah, ahora entiendo. No trabajaré allí. No estoy tan necesitada.




Ramiro Carvasio

jueves, 6 de enero de 2011

El poder está oculto

El más astuto de los planes que ha ejecutado el poder en el último siglo es hacerse invisible. En el Imperio Romano, sabías que si el ejército, en una campaña militar derribaba un templo dejando sólo un muro lamentable, el principal responsable era Vespasiano, que era el emperador o Tito, que era su hijo. En el Siglo de oro, el que mandaba estaba bien a la vista. Y si el estado estaba arruinado era porque el estafador y vago Duque de Lerma se había quedado con todo el oro, la plata o cualquier cosa que brillara. Incluso en el siglo XIX estaba claro que era Napoleon el que invadía Rusia.

Pero en la segunda mitad del siglo XX, los poderosos de verdad, se inventaron unas figuras de cera, que colocaron frente a las cámaras, delante de las urnas, a los ojos del pueblo, mientras ellos, los que toman las decisiones, permanecen ocultos en una madriguera fétida o en un rascacielos. Los pequeños presidentes deciden de qué color van a pintar el garaje, el horario de los trenes. Y cuando vas a votar a uno u a otro de esos muñecos de "papelón", que diría Cervantes, solo votas la capacidad de pintar ,o no, el garaje de lila o que el tren salga a las 8:00 en vez de a las 8:05. Si se invade un país o no, si se estafa a una generación entera con la vivienda, si se elimina la sanidad pública, si te quitan la oportunidad de ir a la Universidad, si se regala el dinero del Estado, tu dinero, a los bancos quebrados de puro vicio, todo eso lo deciden otros, que están ocultos. Tú, enfadado, le tiras tomates al muñecón, pones a otro con tus bobos votos y hace lo mismo que el anterior porque al que manda de verdad, tú no lo ves.

El que manda de verdad es un dictador, son unos dictadores. Vivimos en una dictadura en la que los dueños no cambian, permanecen siempre ahí. Y la "Democracia", mientras tanto, cambia cada 4 años al portero de la finca. Fíjense en el pobre Obama. La esperanza y el adalid del cambio. No ha hecho nada porque en realidad, él no manda. Y cómo se porte mal, los dueños de la finca, le darán la justa reprimenda. Mientras tanto siguen las dos guerras, los deshaucios, los recortes sociales. Usted y yo cada vez peor esté uno u otro de estos administradores de pacotilla.

Cuando en realidad, los verdaderos dueños del país, del mundo, somos usted y yo, juntos.




Ramiro Carvasio