miércoles, 6 de octubre de 2010

Los puños bien arriba

A una semana vista de la huelga general, me atrevo a hacer una predicción
de su resultado.
La huelga general será un fracaso debido a la desafeción que la
gente tiene por los sindicatos. Desafección que los sindicatos
se han ganado a pulso durante años.
Como muestra de lo que digo voy a poner dos ejemplos.
En la empresa dónde trabajo, los trabajadores incorporados recientemente hemos entrado con unas condiciones contractuales y salariales sensiblemente inferiores a las de nuestros compañeros más antiguos.
Cuando a los compañeros sindicalistas les pedí­ explicaciones acerca de
cómo era posible esto, me dijeron que en el momento de firmar el contrato
tendrí­a que haber denunciado esto.
Así­ que imagínense la escena: Voy a firmar un contrato y en vez de ésto,me niego a firmar el contrato que me ofrecen y les denuncio! Ni Groucho Marx habría imaginado una situación más disparatada. Pero continuemos con la situación. En vez de denunciarles en el momento de formar el contrato, lo hago durante los primeros 9 meses de prueba; Adivinan quién se va de patitas a la calle?
Y todo esto sin que los compañeros sindicalistas muevan ni un sólo dedo.
Otro ejemplo reciente. Un familiar directo trabaja en una empresa de titularidad pública. Sin ser funcionario ni nada parecido le han bajado el sueldo un 5%.
Han llamado a un sindicalista para que les explicara que se podría hacer para evitar esto.
El sindicalista les ha dicho que no se puede hacer nada y que apechuguen. Eso sí, les ha pedido que se afilien al sindicato y por la charla informativa les pide 15 euros a cada trabajador. 15 euros x 50 trabajadores = 750 Euros

Esto es como si vas al médico particular y te dice que ni puede curarte ni va hacer
nada para paliarte el dolor pero que te hagas socio de su clínica por si un día
te duele otra cosa. Que huevos señores!

Lo que yo reclamo es otro sindicalismo, más combativo y con las ideas más claras.
Y haberlos, los hay, como por ejemplo los sindicalistas del metro de Madrid.



Ciudadano J

1 comentario:

  1. Para solicitar ayuda, primero hay que sindicarse, porque es el medio de estar defendido desde el principio. Si el sindicato no tiene el apoyo de la mayoría dentro de la empresa, es débil y no puede defenderte. ¿Que va a hacer, ponerse en huelga de hambre?. Lo que no vale es no hacer ni caso de las sindicatos, de la política en general y cuando te conviene, acudir a ellos a que te arreglen la vida. No son Superman. Si la mayoría estuviera sindicada y concenciada esos casos que cuentas no pasarían.

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