jueves, 6 de enero de 2011

El poder está oculto

El más astuto de los planes que ha ejecutado el poder en el último siglo es hacerse invisible. En el Imperio Romano, sabías que si el ejército, en una campaña militar derribaba un templo dejando sólo un muro lamentable, el principal responsable era Vespasiano, que era el emperador o Tito, que era su hijo. En el Siglo de oro, el que mandaba estaba bien a la vista. Y si el estado estaba arruinado era porque el estafador y vago Duque de Lerma se había quedado con todo el oro, la plata o cualquier cosa que brillara. Incluso en el siglo XIX estaba claro que era Napoleon el que invadía Rusia.

Pero en la segunda mitad del siglo XX, los poderosos de verdad, se inventaron unas figuras de cera, que colocaron frente a las cámaras, delante de las urnas, a los ojos del pueblo, mientras ellos, los que toman las decisiones, permanecen ocultos en una madriguera fétida o en un rascacielos. Los pequeños presidentes deciden de qué color van a pintar el garaje, el horario de los trenes. Y cuando vas a votar a uno u a otro de esos muñecos de "papelón", que diría Cervantes, solo votas la capacidad de pintar ,o no, el garaje de lila o que el tren salga a las 8:00 en vez de a las 8:05. Si se invade un país o no, si se estafa a una generación entera con la vivienda, si se elimina la sanidad pública, si te quitan la oportunidad de ir a la Universidad, si se regala el dinero del Estado, tu dinero, a los bancos quebrados de puro vicio, todo eso lo deciden otros, que están ocultos. Tú, enfadado, le tiras tomates al muñecón, pones a otro con tus bobos votos y hace lo mismo que el anterior porque al que manda de verdad, tú no lo ves.

El que manda de verdad es un dictador, son unos dictadores. Vivimos en una dictadura en la que los dueños no cambian, permanecen siempre ahí. Y la "Democracia", mientras tanto, cambia cada 4 años al portero de la finca. Fíjense en el pobre Obama. La esperanza y el adalid del cambio. No ha hecho nada porque en realidad, él no manda. Y cómo se porte mal, los dueños de la finca, le darán la justa reprimenda. Mientras tanto siguen las dos guerras, los deshaucios, los recortes sociales. Usted y yo cada vez peor esté uno u otro de estos administradores de pacotilla.

Cuando en realidad, los verdaderos dueños del país, del mundo, somos usted y yo, juntos.




Ramiro Carvasio

3 comentarios:

  1. Buenas Ramiro:
    En primer lugar admirarle por su blog, en segundo lugar estoy totalmente de acuerdo con usted. Cuando hay una votación si se fija usted hay dos mujeres en sendos partidos a mano alzada dirigiendo la votación y diciéndole a todo el mundo de su partido qué votar (siendo un dedo creo que "no" y dos dedos "sí"), lo que me pregunto es quién le dirá a ambas mujeres cuántos dedos tiene que levantar...

    Saludos.
    Manuel.

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  2. "Cuando en realidad, los verdaderos dueños del país, del mundo, somos usted y yo, juntos."

    Pues a ver quien me compra mi parte y me voy a Marte.

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  3. Completamente de acuerdo. Lo que no se es lo que se podria hacer. Seguramente sigamos asi siempre. O si no me parece que para cambiar a ese dictador del que hablas habría que optar por la violencia, lo cual es terrible.
    Muschchuschu

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