El pasado miércoles se celebró el Debate del Estado de la Nación. Tenía ciertas esperanzas puestas en este debate. Se producía en un contexto político y económico límite. 4 millones de parados, manifestaciones multitudinarias en Cataluña pidiendo la independencia y una creciente tensión social.
Pensé que con un escenario así, o bien el presidente o bien el líder de la oposición tendrían algo que decir, alguna idea que nos saque del atolladero, algo... ya no pedía que fuera brillante, sólo un plan de ruta de cómo piensan salir de la situación actual.
Pero no encontré nada de eso. El Gobierno no plantéa nada nuevo sino que la oposición está esperando a que el país quede hecho un solar y en medio de la desesperación de la gente tener barra libre para hacer lo que les de la gana.
Cuidado con esta estrategia. Cuando la gente está desesperada, cuando no hay futuro y tienes la sensación que no hay nada que perder, la gente opta por soluciones radicales y en política se traduce en partidos extraparlamentarios, sean
estos de derechas o izquierdas. Alguien con una buena oratoria, que sepa transmitir a la gente que será el guía que sacará a España de la crisis, puede ser el nuevo
Berlusconi español.
Los asesores políticos del PSOE y el PP basan sus estrategias en el bipartidismo actual. Si derriban al PSOE les tocará a ellos goberar y viceversa. A lo mejor les sale el tiro por la culata y de puro hastío del electorado, terminan en brazos de opciones políticas muy peligrosas.
Cuidadano J
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