domingo, 29 de enero de 2012

La peor generación de la Historia

Hola amiguitos,

No hago más que pensar en lo versallesco que resulta recortar derechos a la población para salvar a los bancos, después de hipotecar a una generación, desaprovechar su formación, desahuciar familias, dos guerras de robo y crimen internacional reiterado, mientras el mundo rico navega en compras barateras, cotilleos televisivos, tabletas y aculturación general. Y creo que he llegado a la respuesta.

La culpa es vuestra.

Marx se equivocaba. No es una lucha de clases. Es una panda de majaderos.

Esta mía, es la generación más ridícula de la historia de la humanidad. Peor que la que compuso la cruzada de los pastorcillos, peor que la que hacía sacrificios humanos al Dios Melkat.

Desde que Dios, ese mequetrefe, me trajo al mundo, no me he encontrado ni un solo día con nadie que merezca la pena, con dos o tres exclusiones, que representan los cuatro locos que andamos por ahí, en medio de la marejada de bobos.
Esta generación, que es la mejor formada de la historia, ha visto como recibía la mayor de las bofetadas y ha puesto la otra mejilla. Les han robado la posibilidad de formar una familia, con la carrera desbocada de los pisos. Esa la viví yo en directo, que no me lo ha contado nadie, y todos y cada uno de los jóvenes con los que me topé, estaban encantados de comprar por 50 millones, que no era nada caro, vender por 80 y comprarse un ático. En Marte, supongo. Mientras todo eso pasaba, he visto una generación salidera, tomacañas y fumaporrillos, descerebrada y desatada, vaga y cobardica pero a la vez conservadora, casándose con brujas o con lechuguinos, viviendo al lado de mamá, fachilla, pija, cotilla, encantada de la presunción de bienes de prestigio, barateros y hechos en China, con chacha pero pobretones, y también despistada, no comprometida, pasota, pero a lo cutre, y finalmente, tras el batacazo, transformada en viejos twiteadores y chorrafacebookeros. Hay que ser gilipollas. No doy crédito. De esta gente no se saca nada. Y luego protestan porque les quitan las pelis gratis. Iros a la mierda haced el favor.

Hubo una chispa, la del 15M, que fue mojigata y que demostró el aislamiento que sufre la juventud y la falta de apoyos de las otras generaciones e instituciones sociales. Ese abandono y las posteriores elecciones, son tan tristes. ¿Donde estaban los padres de los muchachos apaleados en Barcelona? ¿En casa viendo la novela? Yo hubiera salido de casa con un lanzallamas si veo a mi hijo aporreado como un animal que no se defiende, sin casa, sin trabajo, sin futuro. Pero claro, como los viejos tienen cuatro pisos, votan al PP. Que poca vergüenza.

Otra cosa, ¿Donde estaban los sindicatos?

Esta es una generación de niños de 30 años asustadizos, acomodaticios, modernetes y vacíos. Que se deja pisotear porque no sirven nada más que para vivir pisoteados. De hecho los que pisotean son los mismos que los pisoteados porque cuando entrevisto al pisoteado en el suelo, me defiende al de la bota. Una panda de nenes que no están enseñados en el combate y en la lucha. Y en este mundo hay que luchar, en todos los frentes.

Aquí quedamos cuatro locos, contracorriente, fingiendo y desde luego, que ya no damos lecciones a nadie, porque no quiero ver más al esclavo defendiendo como perro rabiosos al del látigo.

¿Merece la pena pelear por semejante gentuza? ¿Para qué?




La peor generación de la historia.




Ramiro Carvasio